Los reconocen con ofertas entintadas

Tatuaje pandemia


Como un reconocimiento a la labor que realiza tanto el personal de la salud, como los maestros y docentes, tatuadores de Metepec se unieron para ofrecer promociones especiales, que incluyen un dos por uno; en cada imagen que plasman, aseguran, se ofrecen distintas experiencias, que pueden ir desde el sentir una motivación extra hasta mejorar la autoestima o encontrar una postura distinta ante la vida.

Para Antonio Dario López, quien está detrás de “Señor Esqueleto Tattoo”, del estudio No Mercy Tattoo Shop, ubicado en Metepec, esta contingencia sanitaria derivada del covid-19 no sólo ha dejado algunos estragos en materia económica y de salud, también abrió la conciencia, para tener mucho más claro lo que se desea hacer, sobre aquello que no se quiere dejar pendiente.

“En un momento me di cuenta que muchas personas estaban tomando esta decisión de tatuarse, dado que ellos presentaron problemas con familiares o con personas muy cercanas a ellos, que lamentablemente fallecieron o estuvieron contagiadas de covid-19 y esa experiencia los hizo reflexionar sobre las cosas que habían querido hacer y no habían podido y tatuarse era una de ellas”.

Con más de un año de experiencia, señala Antonio, se vio un escenario distinto en este pequeño mundo del tatuaje, pues las motivaciones para hacerse un diseño eran otras, desde el cumplir con este deseo que por años se había pospuesto, hasta recordar a quienes ya no estaban en este plano.

De ahí nació la idea de iniciar, como un reconocimiento a su valentía y labor, la promoción de dos por uno en tatuajes para el personal de salud, quienes han atravesado por momentos muy difíciles durante este año, pues además de estar en la primera línea de batalla contra el coronavirus, también fueron víctimas de agresiones y discriminación.

“En otros estudios había cierto rechazo, vinieron clientes que nos lo han comentado y que aquí se han sentido satisfechos o como en casa porque el trato es normal, es cordial con ellos. Hemos admirado no sólo la manera con la que llevan esta pandemia, sino el trato hacia nosotros”.

Añadió que esta promoción no sólo busca reconocer la labor de los profesionales en estas áreas, también es una invitación para retomar la convivencia, bajo escenarios tan complejos. “La apuesta es a que la gente conviva, la idea es que ya sea dentro de la comunidad de nuestra página o afuera, encuentren a alguien con quien compartir esta experiencia, que se promueva esta cercanía”.

Arte y gusto personal, más allá de la discriminación

Con el inicio del ciclo escolar vía virtual y la intensa carga laboral a la que se enfrentan docentes y maestros, esta promoción se extendió y también busca reconocer la labor de quienes están al frente de la enseñanza.

Para el enfermero del Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini Sáenz”, Luis Ángel Rivera Gómez, el covid-19 no sólo ha traído jornadas largas, cansancio físico, emocional y psicológico, también ha llevado al personal de salud a una reflexión constante sobre sus prioridades y el valor de sus seres queridos.

“Ha sido una lucha tremenda la que estamos librando todos los que nos dedicamos a la atención, a la pelea contra el covid, es un desgaste físico, emocional, hemos perdido amigos, hemos perdido compañeros; pero siempre con la intención de dar todo, incluso la propia vida, por los demás”.

En esta crisis, apuntó, se reconoce también a lo más valioso, a quienes son un impulso y la motivación para seguir adelante, en su caso, su familia y sus hijos, por ello, decidió llevarlos aún más cerca, en la piel, durante todas sus jornadas, aprovechando esta iniciativa.

“Para mí los tatuajes siempre me han llamado la atención, desde muy chico, mi primer tatuaje me lo hice a los 15 años, y con esta promoción, debido al covid, decidí tatuarme las huellitas de mis hijos, desde 2015 estaba queriéndolo hacer y lo había postergado”.

Discriminación y violencia Ante la discriminación y los actos de violencia en contra de este sector, el enfermero hizo un llamado a la población, para que en medio de esta nueva normalidad no sólo se promueva el respeto, también se creen lazos entre la comunidad.

​“No tenemos por qué discriminar a las personas que estamos tatuadas, porque hoy yo estoy aquí tatuándome y mañana puedo estar salvándole la vida a alguien, el estar tatuado no me hace ni más ni menos persona, al contrario, debemos aprender a respetarnos como seres humanos, a respetar las creencias y la forma de pensar de cada quien”, concluyó. 

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